En el borrador que tienen en La Ciudadela, en el que figuran los objetivos a cumplir esta temporada, ya tacharon el primer ítem. La clasificación a la ronda final es una realidad, pero nadie se conforma. Entre las prioridades, restan eliminar algunos puntos más para así poder cantar bingo y dar el salto más deseado.
El contundente 3-0 contra Racing trajo nuevos aires por Bolívar y Pellegrini. Luego de un inicio de año complicado y que hizo temblar los cimientos del sueño máximo, la llegada de Carlos Roldán le lavó la cara al equipo y el tren de la ilusión volvió a encarrilarse. Con la clasificación asegurada, el plantel se sacó de encima una pesada mochila. Pero nadie piensa confiarse por esta mini racha exitosa. Todos son conscientes de que para llegar con los brazos a arriba a la meta, deben pulir varios detalles.
Roldán está contento con el primer desenlace. "Era el objetivo a corto plazo", dice el DT sobre el pasaje a la ronda donde estará en juego el tesoro anhelado. Por eso quiere que la tranquilidad que le otorgó la clasificación, sea su aliada principal. "Ojalá sirva para serenarnos, para que el equipo encuentre mayor seguridad y, sobre todo, para lograr extender a los 90 minutos todo lo bueno que hacemos en los arranques de los partidos", explica el DT sabiendo que en la etapa decisiva los errores se pagarán con sangre y es por eso que se le urge corregirlos.
De mitad de cancha hacia adelante, el equipo parece no tener problemas. Busca el arco rival, crea muchas situaciones y las convierte; el combo necesario gritar la palabra por ahora prohibida. Pero el panorama cambia del medio hacia atrás. Ahí está el talón de Aquiles de un San Martín que busca limar asperezas y transformarse en una aplanadora en la última parte del torneo.
"El principal déficit sigue siendo el medio. Debemos trabajar buscando ser protagonistas en ese sector", dice el técnico sabiendo que en esa zona se ganan o pierden los partidos. "Tenemos que aprender a defendernos con la pelota. Si logramos eso, todo será más fácil. Incluso porque no tendremos tanto desgaste en lo físico".
Con la clasificación en el bolsillo es momento de reorganizar las fuerzas para ir por el máximo objetivo. "El lunes había que ganar como sea", dice el entrenador sabiendo que sus jugadores jugaron con esa presión. "Ahora vamos a trabajar para tratar de encontrar la solvencia que necesitamos".
Trabajar, trabajar y trabajar; ese es el lema Roldaniano. A esta altura el duelo con Guaraní pasó a segundo plano. Lo que importa es el camino que arranca el sábado 9 de marzo y que puede depositarlo en la "B" Nacional. "A Misiones vamos a ir con un equipo alternativo. La idea que tenemos es quedarnos a trabajar con los que habitualmente son titulares para corregir las fallas que aún tenemos", adelanta Roldán que aún no confirmó si se sentará en el banco en el duelo con el "cruzado". "Voy a decidir si viajo o si me quedo trabajando con el grupo que se quedará en Tucumán". Ese mismo grupo seguramente será el que disputará el clásico el 6 de marzo.
La idea de Roldán es modelar un equipo compacto, ordenado y efectivo que triture rivales. El primer paso está dado, ahora llegó el momento de afinar la puntería para dar en el blanco y desatar la fiesta en La Ciudadela.